El Sábado salimos rumbo a Chiclayo con mucho deseo de aportar con nuestro aliento y lograr el objetivo de traernos los puntos necesarios para tener tranquilidad en el partido de vuelta en Lima.
La verdad es que para muchos el empate era un resultado aceptable, pero el corazón exigía un triunfo, aunque la irregularidad del equipo durante todo el torneo no nos lo garantizaba.
Entre los tragos de los chicos que me acompañaban en el viaje y su eternas conversaciones, no pude conciliar el sueño en el bus, y prácticamente llegamos directamente a tomar un delicioso desayuno cortesía del amigo e hincha Cervecero «Bittín», que fungió de anfitrión en la cálida Pimentel.
Luego de un paseo por las hermosas playas, aseguramos las entradas, y posterior a ello, fuimos a disfrutar de un almuerzo suculento, admito que no probaba un «Chinguirito» desde que vine con mi padre hace mas de 40 años, lo que ya es bastante decir. Terminado el auto agasajo, nos dirigimos al Elías Aguirre, a acomodarnos en la popular a fin de darle más vida a esta tribuna, pues sabíamos que por alguna razón no se iba a llenar, como no se llenó la popular de enfrente ni la de tribuna de oriente.
Una vez en las graderías, esperamos la salida de nuestro equipo, entre aplausos nuestros y silbidos del rival, se dió el pitazo inicial y a esperar un resultado positivo.
Durante el campeonato, Ahmed me dejó la sensación, como a muchos otros hinchas, de que vino a aprender con el equipo, de seguro los dirigentes apostaron a eso, hombres como Lombardi y Cúneo con basta experiencia dirigencial, no podrían habernos vendido el cuento de «recuperar el estilo» supuestamente perdido, pues lo de Ahmed es distinto. Y ahmed dió la sención de haber ido avanzando en su curso intensivo, pero al final nos va dejando la sensación que no acabo su aprendizaje.
Si existe alguna virtud en Ahmed, esta es haber promovido a muchos juveniles, hasta el punto de arriesgarse a meter 4 chicos en esta definición. Esperemos que la experiencia les valga a los muchachos, y en el fondo espero que Ortiz y Abram finalmente puedan ser una pareja de centrales (aun no probada) que emule las buenas actuaciones de Villalta y Rodríguez de hace unos años, pero para eso se necesita mucho más trabajo.
Llega el minuto 24 Yotún lanza el balón con potencia desde un saque lateral, Avila que se eleva entre los centrales para peinarla, y con ayuda del viento norteño, anota el primero ante la pasividad del «Loco» Delgado. El gol levanta los animos de los hinchas, pero aún había cabeza fría, el partido hay que seguir jugándolo.
Minuto 36, Avila recibe un pase por izquierda, mide la salida de Delgado y se la puntea por entre las piernas, el segundo gol del «Cholito», el 2 a 0 a favor de Cristal.
Para la segunda mitad vendría un penal en contra, por obra de Calcaterra, las nubes asomaron en mi mente bajo el sol Chiclayano, recordando partidos que se nos fueron de las manos, sin embargo Balbuena la mando al travesaño, y ahí sinceramente pensé que no nos podrían siquiera empatar.
Pero aún quedaba el deseo de que los muchachos en el campo lo cerraran, y a los 63 Lobatón se la puso al «Chapita» Blanco, quien lo tuvo en sus pies. Sólo frente al arco la mandó al parante más próximo, ¡porque no lo definiste en ese momento!
Faltaban solo 5 minutos, y la defensa recompuesta por Balbín y Ortiz, parecía resistir los embates rojos que en los últimos 20 minutos se multiplicaron. Ahmed parece no recordar el dicho que la mejor defensa es el ataque, que una frase del guerrero Shaka Zulu dice, «no dejes un enemigo vivo detrás o se levantará contra ti»; y Ahmed no hizo el hombre por hombre, saco a Lobatón pero no entró Sheput para mantener el equilibrio ofensivo con un buen lanzador, puso a Abram de quien pensabamos estaba lesionado. Luego a falta de 10 minutos, Aquino por De La Haza ¿no era suficiente con que nos falte Cazulo?
Y así Cristal perdió el manejo del balón en el medio sector y Aurich se fue encima, pero no tan en forma desesperada, puso la pelota al piso como es la propuesta de Mosquera, y la pelota empezó a pasearse en el área Celeste, hasta que por fin, a los 88, Ramos la empujó de cabeza, al fondo del arco de Penny, a quien no le alcanzó su buena actuación para evitarlo. solo 4 minutos antes, Avila había cedido su lugar a Núñez.
Ya faltaba muy poco, y me decía porque tuvimos que esperar a ganar la pelea por puntos si los tuvimos al borde del Knockout. Garay da 3 minutos, y lo impensable, pues en ese momento olvidamos que ya sucedió antes, sucedió, Pacheco entra sólo por izquierda y libre de marca remata para anotar el empate definitivo al segundo minuto de descuento.
Los rojos logran un empate para ir a Lima en blanco, Cristal perdió la oportunidad de asegurar tres valiosos puntos que le darían tranquilidad en la vuelta, y esperemos que no jueguen presionados, pues esa sensación ya les pasó factura y no queremos que se repita. En Lima volvermos a contar con el caudillo del equipo, Cazulo sólo debe mantener el orden en la retaguardia para que el ataque funcione con libertad.
Regresamos a Lima con un sabor amargo, este Cristal versión 2014, con tantos altibajos, con una defensa que no termina de consolidarse, nos deja siempre el sinsabor de tirarnos un alarque para la celebración ¿se repetirá otra vez, así como sucedió hasta en dos veces contra Alianza? el Pueblo Celeste no entiende de más esperas, en Lima hay que cerrarlo.
Juan Aurich (2): Delgado; Estrada, Balbuena (Cummings), Ramos; Cuba (Bazán), Rojas, Vílchez, Viza (Noronha), Céspedes; Pacheco, Rengifo. DT: Roberto Mosquera.
Sporting Cristal (2): Penny; Chávez, Balbín, Yotún; Lobatón (Abram), Cossio, De la Haza (Aquino), Calcaterra; Avila (Núñez), Blanco. DT: Daniel Ahmed.
Arbitro: Manuel Garay.
Estadio: Elías Aguirre (Chiclayo).
PepeSC